En este artículo hablaremos de la dependencia emocional; el deseo de amar y ser amados es algo que nos acompaña siempre. El problema está en si este deseo de amar es voluntario y lo controlamos nosotros, o si es compulsivo y nos arrastra. Si elegimos parejas destructivas o si tratamos de establecer relaciones enriquecedoras.
Amar, para la mayoría de las personas, es un acto voluntario. Pero para otras, es un acto de necesidad. En estos casos estaríamos hablando de una Dependencia emocional.
¿Cuándo hay una Dependencia emocional?
Cuando existe un sentimiento de estar incompleto, un sentimiento de vacío, desesperación, tristeza y de sentirse perdido, que la persona cree que sólo puede remediar a través de su conexión con algo o alguien fuera de sí mismo (H.M. Halpern). Las personas emocionalmente dependientes son personas que:
- Tienen miedo de perder al otro: la persona apegada tiene pánico a la ruptura y hace lo que sea para que no se produzca.
- Abdican de sus propias creencias e ideas con tal de salvaguardar una relación.
- Convierten al otro en la única persona que les puede otorgar la felicidad.
- Tienen miedo a la soledad.
- Temen los enfados y los conflictos porque éstos los pueden llevar al abandono.
- Esperan que sus parejas les protejan de todo lo que les puede pasar en la vida (frustraciones, dolor…)
- Perciben a su pareja como alguien superior a ellos mismos.
- Están constantemente frustradas, ya que nunca o casi nunca se cumplen sus expectativas de pareja.
Las parejas de estas personas pueden experimentar también la frustración de nunca ofertar lo suficiente, por lo cual tienen un gran desgaste que en ocasiones les lleva a romper la relación. Sin embargo, muchas veces utilizan la necesidad y las carencias personales de su pareja como forma de control, llegando incluso al maltrato psíquico.
En relaciones de pareja con una dependencia emocional existe una falta de equilibrio en la relación. Algunas parejas de personas con dependencia emocional utilizan la violencia (casi nunca física), la seducción, la protección, la dependencia económica de la pareja y el chantaje emocional (utilizando el silencio y el vacío) como estrategias para controlar a sus parejas dependientes.
Son relaciones en las que hay muestras de afecto y cariño. Estas muestras de afecto aumentan el componente adictivo de la relación, ya que mantienen la idea de un posible cambio (lo cual hace que la persona con dependencia emocional lo espere a toda costa).
Reflexionemos sobre esto:
¿Te has sentido identificada/o en algún momento con algo de lo que refleja el texto?; ¿Utilizas alguna de estas estrategias de control?; ¿Algo de lo que has leído te ha recordado al comportamiento de tu pareja?
La dependencia emocional de una pareja es bastante frecuente. Por suerte, podemos aprender a relacionarnos de manera más saludable si buscamos la ayuda externa que necesitamos.
