Autoestima en la menopausia

Autoestima en la menopausia

Todos los cambios que sufre la mujer a lo largo de esta parte de su ciclo vital, van a condicionar su autoimagen, por eso hoy queremos hablar sobre la autoestima en la menopausia.

Cada mujer es distinta y vive la menopausia de una manera diferente. Algunas mujeres la viven de manera traumática, otras lo viven como algo natural. Esta vivencia va a depender de muchos factores: por ejemplo, aquellas mujeres que no han podido tenido hijos y quisieron tenerlos tendrán que hacer un duelo por aquello que no pudo ser. Otras se cuestionan su identidad femenina y se preguntan si son menos mujeres. Algunas se sienten avergonzadas. La menopausia es un periodo de cambio y, por tanto, pone en jaque la autoestima.

Los cambios hormonales que se producen en la perimenopausia producen malestar. Obviamente, estas sensaciones físicas van a afectar a la autoestima pero lo harán de manera distinta según el significado que les demos. Si pensamos que es un proceso fisiológico normal, que podemos obtener ayuda médica para paliar los síntomas y continuar con nuestra vida, el impacto en nuestra autoestima será menor. Si por el contrario interpretamos esos síntomas como algo que nos hace menos mujeres, menos deseables, menos útiles, nuestra autoestima se verá seriamente dañada.

El significado que le demos va a modular el impacto que la menopausia tendrá en nuestra autoestima.

Una vez que los síntomas de la perimenopausia se estabilizan, muchas mujeres valoran muy positivamente esta nueva etapa de su vida. Ya no sufren las molestias de la menstruación ni del síndrome premenstrual. La disminución de la oxitocina hace que se preocupen menos del cuidado de los demás y se centren más en sí mismas y en sus propios proyectos personales. Una vez que han completado la transición, muchas mujeres sienten que están ante una de las mejores etapas de su vida.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el conjunto de creencias, percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos.

La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica. Sin cierta dosis de autoestima, la vida puede resultar enormemente penosa, haciendo imposible la satisfacción de muchas necesidades básicas.

¿Qué síntomas pueden alertar sobre una autoestima baja?

  • Me siento inseguro/a.
  • No expreso mis gustos u opiniones por miedo a ser rechazado/a o por pensar que mis opiniones son menos válidas que las de los demás.
  • No creo que merezca cosas buenas.
  • No me esfuerzo por conseguir lo que quiero ya que creo que no lo voy a lograr.
  • Necesito la aprobación de los demás con mucha frecuencia.
  • Suelo atribuir a causas externas mis logros y a causas internas mis fracasos.
  • Casi nunca estoy contenta/o con lo que hago.
  • No me siento feliz conmigo mismo/a.
  • Me resulta muy difícil tomar la iniciativa.
  • Me siento evaluado casi constantemente en situaciones sociales: todos me miran y están pendientes de qué digo y cómo para valorarlo.
  • Me siento culpable.
  • Me siento poco atractivo/a.

¿Cómo podemos cuidar nuestra autoestima durante esta nueva etapa de nuestra vida?

  • Información: conociendo los cambios que van a ocurrir, podrás enfrentarte mejor a ellos.
  • Aceptación: No identifiques esta etapa como un declive, sino como un proceso por el que todas pasamos.
  • Cuida tu físico: Aceptarte no significa resignarte y dejar de cuidarte. Al contrario, una vez aceptados los cambios que se están produciendo en tu cuerpo, estarás más capacitada para buscar soluciones a tu alcance. Dedica un tiempo a cuidar tu salud y tu aspecto físico. Tu autoestima aumentará.
  • Cuida tu mente: No te dejes llevar por la pasividad. Busca actividades que te activen y te diviertan, desarrolla tus habilidades y aumenta la frecuencia de tus relaciones sociales.

¿Cómo puedo mejorar?

Estudia cómo te hablas a tí misma/o: el grado de autoestima que tenemos se manifiesta sobre todo en nuestro lenguaje interno, en la manera en que nos hablamos a nosotros mismos.

Puede pasar que le demos más importancia a los mensajes negativos, a la crítica, que a lo positivo. Los elogios y la autoconfianza quedan eclipsados ante la crítica y los mensajes negativos. Lo malo pesa más en nuestra balanza.