El amor y las relaciones de pareja

El amor y las relaciones de pareja

Durante mucho tiempo, el estudio del amor se consideró una tarea inútil, ya que no podía contextualizarse de manera científica, por lo que se desterró al ámbito del arte.
Actualmente el amor, al igual que otras emociones, ha ganado prestigio, ya que se ha podido corroborar que existen sustancias que delimitan y transforman nuestro cerebro cuando estamos enamorados.

Hablemos entonces de la que suele ser la primera fase que experimentamos al iniciar una relación de pareja: el Enamoramiento.

  • Se genera más fenitelilamina (parecida a la anfetamina), lo que provoca un aumento de la Dopamina (aumenta la atención y motivación, la capacidad de aprender Estímulos novedosos, etc.)
  • Aumenta la Norepinefrina, y da forma a estímulos (cosquilleo en el estómago, aumento frecuencia cardíaca, etc.) que consideramos síntomas de que algo nos está pasando.
  • Aumenta la Oxitocina, propulsora del deseo sexual.

Esta conjugación de neurotransmisores y hormonas, ha creado el estado mágico de pensar que el otro es único, impresionante, irrepetible y por ello no podemos dejar de pensar en él.

Otros síntomas que nos suelen acompañar en esta fase:

  • Sensaciones de temor a la pérdida
  • Ansiedad por no ser correspondidos
  • Miedo de que el sentimiento no sea duradero
  • Pérdida de memoria.
  • Alteración de la concentración.
  • Alteración de la capacidad de aprendizaje.
  • Razonamiento lógico menoscabado.

Este estado acaba por derrumbarse entre 1-3 años después de empezar. A partir de ahí, o se acaba todo, o empieza una nueva fase en la que la química no tiene tanto que decir. Cuando pasa el Enamoramiento pasional, podemos:

Adentrarnos en una fase de Desenamoramiento: en esta fase lo que ocurre es que, por muy estimulados químicamente que hayamos estado, si no se han vinculado otras sensaciones y pensamientos, se deshace el encanto. Aún así, no hay que perder la esperanza ya que, si ese amor se acaba, otro puede empezar. Nuestro cerebro es capaz de regenerarse para volver a sentir todo ese torrente químico.

Adentrarnos en la fase del Amor: en esta fase ya somos conscientes (o eso creemos) de quién es el otro, de lo que necesitamos para sentirnos bien, o de si nuestros proyectos vitales coinciden. Aquí necesitaremos:

  • Apego: Vinculación afectiva intensa, duradera y de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos individuos, a través de sus interacciones. Su objetivo es la búsqueda y mantenimiento de proximidad, ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. Necesitaremos vinculación y apego para que este amor pueda configurarse y sobrevivir al tiempo.
  • Habilidades de Comunicación: La mayor parte de las dificultades que se producen en una relación están relacionadas con problemas de comunicación o con creencias irracionales. Es por eso que es tan importante poseer ciertas habilidades comunicativas, siendo la más importante la asertividad (capacidad de expresar adecuadamente oposición y afecto de acuerdo a sus intereses y objetivos, respetando el derecho de los otros).
  • Respeto y libertad: Amar es respetar y confiar, sin respeto no hay amor. Las relaciones que se basan en celos y faltas de respeto están destinadas al fracaso. El otro no te pertenece: amar desde la libertad significa aceptar que el otro tiene derecho a tomar decisiones, que cada uno debe tener su espacio privado… significa que queremos compartir nuestra vida con el otro, pero que no lo necesitamos, no dependemos del otro.
  • Tolerancia: Hace referencia a la aceptación del otro incluso en los momentos de dificultad. El ser tolerantes nos ayudará a comprender las diferencias y a aceptarlas.
  • Empatía: Hace referencia a la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro puede sentir. Debemos cultivarla para favorecer mayor intimidad.
  • Habilidades de resolución de conflictos y capacidad de negociación: El estrés debido al trabajo, las relaciones con la familia, el dinero, el sexo, las labores domésticas, etc. son algunos de los problemas más comunes que se dan en las parejas. Para resolverlos, nos harán falta ciertas habilidades para resolver conflictos: ser capaces de manejar y reducir el estrés, saber negociar soluciones sin perdedor, etc.
  • Cultivar y trabajar la relación: Con el paso del tiempo, los buenos gestos hacia la pareja suelen ir disminuyendo hasta que incluso desaparecen. Las relaciones son como las plantes: si no las riegas, mueren.